domingo, 20 de noviembre de 2011

¡Tomar, tomar, tomar!

Las publicidades están todo el tiempo en cualquier lugar. El inconsciente de uno trabaja sobre ellas y no se percibe. El mundo de las bebidas alcohólicas no queda exento. Es más, es uno de los principales productos a la hora de convencer al consumidor sin que este se percate. Un estudio hecho por científicos canadienses sobre estudiantes de 18 a 29 años dio como resultado que cuando la gente está viendo películas y publicidad en que el alcohol figura de manera prominente, bebe 1,5 botellas de vino o cerveza más que quienes ven filmes o avisos comerciales en los que el alcohol es menos destacado.
"Esto podría implicar, por ejemplo, que cuando miramos un comercial de un tipo de cerveza no solo es posible que la compremos la próxima vez en el supermercado, sino que también vayamos directo a la heladera en busca de la bebida", manifestó Andrew Polov, uno de los científicos.

Los anuncios forman una minima porción de lo que pensamos y de cómo actuamos. Venden mas que el producto mismo. Venden ideas o mensajes que anima a la gente a que compre el producto. Las companias que producen bebidas alcoholicas gastan mucho tiempo y dinero en crear imagnees que hacen que el beber parezca atractivo. Hay ejemplos en la actualidad mas que contundentes. Por ejemplo la publicidad de Frizze(ver abajo), destinada a jóvenes que buscan fiestas donde sea todo descontrol y diversión.

Estos mismos anuncios evitan una parte de la realidad que también conlleva el mundo de las bebidas alcohólicas. Nunca enfocan su publicidad o al menos nombran los daños que causa el exceso de alcohol en la salud del tomador. Un libro habla claramente de esta idea de mostrar una porción de la realidad: 1984 del ingles George Orwell. Publicada en 1949,  la novela se sitúa en una posible futura Inglaterra, donde el Partido Único (El Ingsoc) controla todo, también llamado Gran Hermano. Pero el pueblo no se da cuenta de cómo es el manejo en realidad, el Partido Único se encarga de entretener a todos, incluidos a “los proles”, los trabajadores que constituyen la inmensa mayoría de la población. Se encargan de mantenerlos felices y ellos solo saben responder a lo que el Partido Único dice. También hay ministerios, uno de los cuales es el de la Verdad: este se dedica a manipular los documentos históricos de todo tipo y así conseguir mostrar lo que le conviene a Gran Hermano.
El libro 1984 es un mero reflejo (exagerado) de lo que las publicidades causan en la actualidad. Buscan la porción de realidad que les conviene mostrar y encima llenan de avisos todos los medios de comunicación. El sistema de cada persona los percibe consciente o inconscientemente y terminan consumiendo el producto. Es un mecanismo constante. Vale aclarar que en los últimos años también han salido organizaciones públicas y privadas a mostrar cuales son las consecuencias al tomar alcohol en exceso. Internet es en otro de los medios que ocurre y donde más riesgo se corre. Las publicidades son menos controladas y los jóvenes, incluyendo menores de edad, pasan muchas horas sentados frente a la pantalla.

Algunas publicidades como ejemplo:



¿Me agarró sed, alguna cerveza por ahí?

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