Esta gran tienda recoge los perfumes más exclusivos, las marcas más especiales y los aromas más originales que se puede imaginar. Nada más al entrar una barra a modo de bar, con sus bancos altos, ya hace presagiar que no es una perfumería común. Posiblemente se salga de ahí con la memoria olfativa llena de espectaculares experiencias.
El bar cuenta con una amplia gama de perfumes, especialmente de pequeñas y exclusivas perfumerías francesas como L'Artisan Parfumeur, y más de 200 esencias o ingredientes en bruto usados en cursos gratis de "catadores" de perfumes. Las fragancias se prueban lúdicamente rociadas en cálices de cartulina, que se presenta dentro de una copa, de las que uno gustosamente olfatearía hasta la embriaguez. "Estamos tratando de promover un tipo de cultura de perfumes que esté basada más en olores que en nombres famosos y mercadeo", dijo la cantinera Stefania Zuccotti. El bar, creado por la importadora de perfumes Cithera, sólo exhibe los perfumes. L`Olfattorio tiene también boutiques en Milán y Turín. Esta última alberga un museo permanente donde se exponen frascos antiguos de perfume. |
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